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jueves, 30 de diciembre de 2010

Vuvuzelas recicladas


Durante el pasado Mundial de fútbol de Sudáfrica, la banda sonora más reconocible (con permiso de Shakira y David Bisbal), fue la de la famosa vuvuzela, aquel instrumento “de viento” que utilizaban los aficionados para animar a sus países. Pero su sonido, similar al barritar de un elefante o al zumbido de abejas, provocó más de un dolor de cabeza. Terminada la competición, ¿qué nuevo uso podía dársele a esta “molesta” trompeta?

En Sudáfrica se les ocurrió la idea de crear un curioso concurso internacional que proponía reciclar estas vuvuzelas. Recibieron 150 propuestas, a cual más original: convertirlas en árboles de navidad (muy apropiado para estas fechas), en dispensadores de papel higiénico, en lámparas, en cocteleras…

Lámparas-vuvuzela


Finalmente, la ganadora fue una sudafricana llamada Megan Bernstein, que creó ni más ni menos que… ¡los pendientes-vuvuzela! (con un sencillo pero curioso diseño en forma de aros).

Todos los diseños serían puestos a la venta y exhibidos por toda Sudáfrica, según el organizador del concurso, Matt Blitz.


El diseño ganador: los pendientes-vuvuzela


Aquí podéis ver cómo dio la noticia el Telediario de La 1, el pasado 10 de noviembre:

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20101110/para-que-sirve-una-vuvuzela-ahora/927067.shtml


Como veis, el reciclaje, en cuanto supone dar nuevo uso a un objeto, es una fuente óptima de creatividad.


Fuentes consultadas:

La noticia en lostiempos.com: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/deportes/20101109/los-sudafricanos-encuentrar-otras-formas-para-usar-la_98239_190401.html

Foto de la mujer tocando la vuvuzela:

http://www.dotpod.com.ar/wp-content/uploads/2010/06/vuvuzela-15-curiosidades.jpg

Foto de la lámpara-vuvuzela:

http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/deportes/20101109/media_recortes/2010/11/09/190404_gd.jpg

Foto de los pendientes-vuvuzela:

http://static.obolog.net/multimedia/fotos/993000/992870/992870-315034_p.jpg

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Seis sombreros para pensar

Edward de Bono (Malta, 1933) es reconocido por muchos como una de las máximas autoridades en el campo del pensamiento creativo. Es quien originó el concepto de pensamiento lateral, y es ampliamente conocido por el desarrollo de la técnica de los seis sombreros para pensar que aparece en su libro Six Thinking Hats (1986).


Tenemos seis sombreros metafóricos, cada uno de un color, que representan estilos diferentes de pensamiento.


-Sombrero blanco: una mirada objetiva y neutral a los datos y a la información. "Los hechos son los hechos”.

-Sombrero negro: Significa la crítica, lógica negativa, juicio y prudencia. El porqué algo puede ir mal.

-Sombrero rojo: legitimiza los sentimientos, presentimientos y la intuición, sin necesidad de justificarse

-Sombrero amarillo: Simboliza el optimismo, lógica positiva, viabilidad y beneficios.

-Sombrero verde: La oportunidad para expresar nuevos conceptos, ideas, posibilidades, percepciones y usar el pensamiento creativo.

-Sombrero azul: Control, vigilancia y gestión del proceso del pensamiento. Es el papel de policía, o de director de orquesta.


Esta es una poderosa técnica que es utilizada para poder analizar una decisión desde varios puntos de vista o perspectivas. Al “colocarnos” estos sombreros en reuniones de trabajo o para tomar nuestras propias decisiones, forzamos a cambiar la forma habitual de pensar y nos ayuda a formar diferentes visiones de una situación.


El viernes 17 de diciembre llevamos a cabo esta actividad en clase. Portando cada uno un sombrero (a los que añadimos un séptimo, el morado, el cual representaría la opinión de las minorías, como los discapacitados o los inmigrantes), íbamos exponiendo nuestras ideas según el color de éstos sobre el problema de buscar un local de fiesta para celebrar Año Nuevo.


Aquí tenéis una selección fotográfica:





Otro ejercicio fue una improvisación teatral individual sobre otra cuestión. Fui yo quien, delante de todos mis compañeros, tuvo que actuar, improvisando de diferentes maneras, la forma de resolver una situación, según el sombrero que llevaba en cada momento. La actuación giraba en torno a la posibilidad de que el “viaje de ecuador”, se realizase a un país del sudeste asiático. Imaginaos: con el sombrero blanco, informo objetivamente del viaje; con el negro le pongo pegas por doquier; con el verde me emociono y empiezo a soñar despierto sobre las maravillas de viajar a esas tierras, etc., etc. Os dejo fotografías de cada momento:



Incluso podéis ver un vídeo de la misma grabado por nuestra compañera Inma Herencia (http://creatividad-zero.blogspot.com/ ), a quien agradezco desde aquí que lo haya hecho. :)




Fuentes consultadas

-Web oficial de Edward de Bono: http://www.edwarddebono.com/es/concept2.htm

-mujeresdeempresa.com: http://www.mujeresdeempresa.com/management/management030501.shtml

-estrategiamagazine.com: http://www.estrategiamagazine.com/administracion/seis-sombreros-para-pensar-edward-de-bono-estilos-de-pensamiento-decisiones-diferentes-puntos-de-vista


martes, 14 de diciembre de 2010

La retórica y Madrid


A la hora de crear discursos (orales, escritos u audiovisuales) hemos de buscar la eficacia. Ésta reside, entre otras facetas, en que conmueva a su receptor (oyente, lector, espectador), que llame su atención, y le haga reflexionar. Para conseguir este objetivo contamos con la ayuda de la retórica, definida como el arte de expresarse con corrección y eficacia, embelleciendo la expresión de los conceptos y dando al lenguaje escrito o hablado el efecto necesario para deleitar, persuadir o conmover.

Aristóteles dividió la retórica en cuatro partes: invención (inventio), disposición (dispositio), elocución (elocutio) y acción (pronuntiatio); la tradición romana (Cicerón, Quintiliano) añade la memoria a estas cuatro partes. Así se definen las cinco fases en el proceso de creación de un discurso eficaz.

En la literatura encontramos las figuras retóricas, que son palabras o alteraciones de la sintaxis que se utilizan para dar mayor énfasis a una idea o sentimiento. Son grandes principios generales para la creación. Algunos ejemplos de ellas son el hipérbaton (alteración del orden lógico de una frase); la hipérbole (exageración intencional de la realidad); la paradoja (unión de dos ideas que parecen imposibles de concordar); la metonimia (designar una cosa o idea con el nombre de otra basándose en la relación de proximidad entre el objeto real y el representado). El cine es un alarde de metonimia, con la reiterada representación de la parte por el todo: primeros planos de un personaje (parte), en lugar de un plano general del mismo (todo).
La metáfora (expresar un concepto con un significado distinto o en un contexto diferente al que es habitual) es una de la figuras retóricas más populares. “El oro de sus cabellos” (significa que su cabello es rubio); “la tarea era pan comido” (la tarea era muy fácil de hacer). Siempre se necesita buscar el elemento de referencia (que puede no ser real).
Imaginemos que queremos que Madrid vuelva a ser Capital Europea de la Cultura. La figura retórica de la metáfora nos permitiría crear unos mensajes bellos que persuadan y conmuevan al jurado que tuviese que dar su veredicto. Algunos ejemplos podrían ser los siguientes:

Las calles de Madrid son ríos de cultura.
Madrid, un cuadro pintado a través de los siglos.
Madrid iluminado, la estrella que guía hacia el futuro.

Como hemos visto, la creatividad bebe de la belleza de la palabra, y gracias a ella podemos sumergirnos en un mundo de infinitos matices, adentrándonos en los maravillosos recursos de la lengua.
Fuentes consultadas.
-Definición de “retórica”: http://www.wordreference.com/definicion/retóricas
-Información sobre las cinco partes de la retórica:
- Listado y definiciones de figuras retóricas:
http://www.retoricas.com/2009/06/principales-figuras-retoricas.html
-La fotografía del Oso y el Madroño ha sido hecha por mí.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ejercicios de estilo (II): Matt Madden

Matt Madden está trabajando en su ordenador cuando se levanta para ir a buscar algo a la nevera. De camino Jessica, su mujer, le pregunta la hora desde el piso de arriba. Cuando llega a la nevera, Matt no recuerda que había ido a buscar.


TEMPLATE (relato base)


Inspirándose en Raymond Queneau, el dibujante estadounidense Matt Madden (Nueva York, 1968) publicó en 2005 “99 Ways to Tell a Story: Exercises in Style” (“99 ejercicios de estilo”, Ediciones Sins Entido, 2007), un curioso libro donde a través de tiras cómicas lleva a cabo 99 variaciones de una sencilla historia, la que habéis podido leer más arriba.


Ésta es una selección de algunas de esas variaciones (de género, de puntos de vista, etc.):


VOYEUR:


SUPERHERO:


THIRTY PANELS:


MAP:



A través de Queneau y Madden hemos descubierto la infinidad de posibilidades que existen de contar una historia, por sencilla que ésta pueda parecer. La literatura y las narraciones gráficas son soportes estupendos para ello. Pero no olvidamos que también la fotografía, la música, el videoarte…pueden jugar con variaciones de historias, dándole un enfoque distinto y novedoso a éstas. Como trabajo de clase debo hacer 9 variaciones de una curiosa historia. ¿Superaré el reto? Próximamente lo sabremos.


Fuentes consultadas

-Web oficial de 99 ejercicios de estilo:

http://www.artbabe.com/exercises/index.html

-Reseña de 99 ejercicios de estilo:

http://www.13millonesdenaves.com/comics.php?idcomic=44

-Blog oficial de Matt Madden: http://mattmadden.blogspot.com

-Fotografías:

http://www.artbabe.com/exercises/index.html y

http://ztfnews.files.wordpress.com/2010/05/madden.jpg

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ejercicios de estilo: Raymond Queneau


Una misma historia se puede contar de muchas maneras diferentes. Tantas como las que puedas imaginar. El poeta y novelista francés Raymond Queneau (El Havre, 1903-1976) nos lo demuestra con su obra Ejercicios de estilo (1947), donde narra un incidente trivial de 99 maneras distintas.

Ejercicios de estilo es un claro ejemplo del uso de una restricción literaria (escribir 99 veces la misma historia) como un motor creativo, una de las características del movimiento Oulipo (acrónimo de “Ouvroir de littérature potentielle”, o “Taller de literatura potencial”), del cual Queneau fue uno de los fundadores. Amante de las matemáticas, Queneau intentó aplicar normas aritméticas en la construcción de sus obras.

Antonio Fernández Ferrer, traductor de la obra al castellano (Ediciones Cátedra, S.A.), explica que el origen de Ejercicios de estilo no es literario, sino musical, ya que fue inspirado por El arte de la fuga de Bach, considerada como “construcción de una obra por medio de variaciones que proliferaran hasta el infinito en torno a un tema bastante nimio.”

Umberto Eco, que tradujo Ejercicios de estilo al italiano, destaca que Queneau transforma conscientemente los valores estéticos asociados a las figuras de la retórica con el fin de lograr sus propias exploraciones paródicas y lúdicas del lenguaje.




La versión titulada Relato nos da una idea del incidente trivial que se cuenta en la obra:
Una mañana a mediodía, junto al parque Monceau, en la plataforma trasera de un autobús casi completo de la línea S (en la actualidad el 84), observé a un personaje con el cuello bastante largo que llevaba un sombrero de fieltro rodeado de un cordón trenzado en lugar de cinta. Este individuo interpeló, de golpe y porrazo, a su vecino, pretendiendo que le pisoteaba adrede cada vez que subían o bajaban viajeros. Pero abandonó rápidamente la discusión para lanzarse sobre un sitio que había quedado libre.Dos horas más tarde, volví a verlo delante de la estación de Saint-Lazare, conversando con un amigo que le aconsejaba disminuir el escote del abrigo haciéndose subir el botón superior por algún sastre competente.

Aquí podéis observar diferente ejemplos de las variaciones que Queneau hizo de ese incidente:

Vacilaciones

No sé muy bien dónde ocurría aquello... ¿en una iglesia, en un cubo de la basura, en un osario? ¿Quizás en un autobús? Había allí... pero, ¿qué había allí? ¿Huevos, alfombras, rábanos? ¿Esqueletos? Sí, pero con su carne aún alrededor, y vivos. Sí, me parece que era eso. Gente en un autobús. Pero había uno (¿o dos?) que se hacía notar, no sé muy bien por qué. ¿Por su megalomanía? ¿Por su adiposidad? ¿Por su melancolía? No, mejor... más exactamente... por su juventud, adornada con un largo... ¿narigón? ¿mentón? ¿pulgar? No: cuello; y por un sombrero extraño, extraño, extraño. Se puso a pelear -sí, eso es-, sin duda con otro viajero (¿hombre o mujer?, ¿niño o viejo?) Luego eso se acabó, concluyó acabándose de alguna forma, probablemente con la huida de uno de los dos adversarios. Estoy casi seguro de que es ese mismo personaje el que me volví a encontrar, pero ¿dónde? ¿Delante de una iglesia? ¿delante de un osario? ¿delante de un cubo de la basura? Con un compañero que debía de estar hablándole de alguna cosa, pero ¿de qué? ¿de qué? ¿de qué?

Ampuloso
A la hora en que comienzan a agrietarse los rosados dedos de la aurora, cabalgaba yo, cual veloz saeta, en un autobús, de imponente alzada y bovinos ojos, de la línea S, de sinuoso periplo. Advertí, con la precisión y agudeza del indio presto al combate, la presencia de un joven cuyo cuello era más largo que el de la jirafa de pies ligeros, y cuyo sombrero de fieltro hendido estaba ornado con una trenza, cual héroe de un ejercicio de estilo. La funesta Discordia de senos de hollín vino con su boca hedionda por desdén del dentífrico; la Discordia, digo, vino a inocular su maléfico virus entre este joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, y un viajero de borroso y farináceo semblante. Aquél dirigióse a éste en los siguientes términos: “¡Oigame, malvado ser, diríase que usted me está pisoteando adrede!”. Así exclamó el joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero y fue, presto, a sentarse.
Más tarde, en la plaza de Roma, de majestuosas proporciones, reparé de nuevo en el joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero, acompañado de un camarada, árbitro de la elegancia, el cual profería esta crítica que me fue dado percibir con mi ágil oído, crítica dirigida a la indumentaria más externa del joven de cuello de jirafa y trenza alrededor del sombrero: “Deberías disminuirte el escote mediante la adición o elevación de un botón en la periferia circular.”

Punto de vista subjetivo
No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro. Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos.

Propaganda editorial
En su nueva novela, tratada con el talento que le caracteriza, el célebre novelista X, a quien debemos ya tantas obras maestras, se ha esmerado en presentar únicamente personajes muy matizados que se mueven en una atmósfera comprensible para todos, grandes y chicos. La intriga gira, pues, en torno al encuentro en un autobús del héroe de esta historia con un personaje bastante enigmático que se pelea con el primero que llega. En el episodio final, se ve a ese misterioso individuo escuchando con la mayor atención los consejos de un amigo, modelo de elegancia. El conjunto produce una sensación encantadora que el novelista X ha cincelado con notable fortuna.

Versos libres
El autobús
lleno
el corazón
vacío
el cuello
largo
el cordón
trenzado
los pies
planos y aplanados
el sitio
vacío
y el inesperado encuentro junto a la estación de mil luces apagadas
del corazón, del cuello, del cordón, de los pies,
del sitio vacío
y de un botón.

Modern Style
En un ómnibus, una mañana, hacia mediodía, me fue dado asistir a la pequeña tragicomedia siguiente. Un petimetre, aquejado de un largo cuello, y, cosa extraña con un cordoncillo alrededor del bombín (moda que hace furor, pero que yo repruebo), pretextando de pronto una gran prisa, interpeló a su vecino con una arrogancia que disimulaba mal un carácter probablemente pusilánime y lo acusó de pisotearle de forma sistemática sus escarpines de charol cada vez que subían o bajaban damas o caballeros dirigiéndose a la puerta de Champerret. Pero el gomoso no aguardó en absoluto una contestación que sin duda le hubiese llevado al campo del honor y trepó raudo a la imperial donde le esperaba un sitio libre, pues uno de los ocupantes de nuestro vehículo acababa de posar su pie sobre el blando asfalto de la calzada de la plaza Pereire. Dos horas más tarde, al encontrarme sobre la misma imperial, observé al pisaverde del que os acabo de hablar, que parecía disfrutar sobremanera con la conversación de un joven currutaco que le daba consejos superchic sobre la forma de llevar la esclavina en sociedad.

Distingo

Por la mañana (y no por Ana la maña) viajaba en la plataforma (pero no formaba en la vieja plata) del autobús (no confundir con el alto obús), y como estaba llena (no me como esta ballena) la masa chocaba (y no la más achochada). Entonces un jovencito (y no cito un joven) extravagante (no vago estragante) se dirigió (aunque no digirió) a un sujeto (pero no atado) pacífico (no Atlántico) enojándose (no desojándose) porque éste (no Oeste) le pisaba el pie (no le pispaba el bies). Al cabo del rato (y no al rabo del gato) yo vi al tonto (no llovía a lo tonto) en San Lázaro (no el de Tormes) conversando con un amigo (no amigando con un converso) más meticuloso (mas no supositorio) en temas de indumento (y no mento más té hindú).







Fuentes consultadas.
http://www.google.es/imgres?imgurl=http://2.bp.blogspot.com/
-Fotografías.
http://alexisravelo.canariblogs.com/files/rmjuyo11.jpg
http://2.bp.blogspot.com/gRztTeJhn48/S8waRCUPPNI/AAAAAAAAA5E/g8JvjYqVVE/s1600/ejercicios.jpg

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Métodos antitéticos: inversión a través de los paraguas

Paraguas-lámpara

En clase hemos aprendido la operación creativa de la inversión, como un tipo de método antitético, a través de unos paraguas. Cuatro compañeros de clase: Belén G., Sergio M., Belén B. y Ángel A., salieron a la pizarra, cada uno con un paraguas en la mano. Nuestro profesor, Francisco García, les fue haciendo diversas preguntas. ¿Cuál es la función de un paraguas? Sirve para cubrirte y no mojarte (Belén G.); para Indiana Jones, protegerte de unos pájaros y que no te ataquen (Sergio); algunas señoras lo usan para taparse del sol (Belén B.), y parecer elegante (Ángel).
¿Ideas (creativas) asociadas a un paraguas? Cuidar tu espacio vital (Belén G.); Una lucha de espadas (Sergio).
¿Cuál es la forma de un paraguas? Belén G. lo describe como un instrumento curvo e impermeable. Para Belén B., consiste en una tela curva, con varillas, que convergen en un punto, del que se inicia el mango.
En resumidas cuentas, un paraguas sirve para protegernos de la lluvia, tiene una forma cóncava, una tela impermeable, y un mango para poder sujetarlo con la mano.

Paraguas como sombrilla

Tras tener claro las funciones y su forma, podemos jugar con la idea de inversión: nuestros cuatro compañeros colocaron el paraguas de forma inversa, del revés, con la tela mirando al suelo y el mango hacia arriba. Colocado de esta manera... ¿qué sugiere el paraguas? A Belén G. le sugiere que ahora recoge agua. Su función en totalmente la contraria, retener el agua. También puede servir para recoger los caramelos que lancen desde las carrozas de la Cabalgata de Reyes Magos (para Belén B.). Incluso podemos invertir el paraguas aún más, si además de cambiar la tela de posición, también lo hace el mango: en vez de estar vertical, si lo ponemos en horizontal, puede convertirse en un cubo.

¿Cómo recoger los caramelos de las cabalgatas?
Fácil: úsese un paraguas

Pero además, hay otro tipo de inversión: la conceptual, concederle cualidades humanas al paraguas: puede tener un nombre: Belén G. le nombra: 傘 /kasa/, pues así se dice paraguas en japonés; un sueño: “el paraguas que soñaba con convertirse en una pala” (Sergio), y hasta, ¿por qué no?, poder viajar: a Corea del Sur, pues, tal y como está la situación política y militar allí, habrá que protegerse de los golpes (Ángel). A través de una pequeña representación teatral podemos ir más allá, y dar a los paraguas otros usos del que en origen tienen. Alba y Sergio C. pensaron que podría estar bien usar dos de ellos como embarcación (uno sería el casco y otro el remo) en caso de inundaciones; como palas para sacar escombros, o como martillos neumáticos para taladrar.

La idea de los métodos antitéticos es pensar en lo contrario. Persigue la liberación mental mediante ejercicios que nos permitan despegarnos de las reglas establecidas social y personalmente. Un tipo de estos métodos es, como acabáis de ver, el de la inversión. Sobre esta operación creativa, Michael Fustier dice: “lo que se impone a la invención es lo ya existente. A veces la antítesis (“oposición o contrariedad de dos juicios o afirmaciones”) es la verdad”.

Fuentes consultadas.
- Definición de método antitético: http://www.slideshare.net/alumna/3-todo-el-mundoes-un-artista
- Definición de antítesis: http://www.wordreference.com/definicion/ant%C3%ADtesis
- Apuntes en clase de Francisco García.
-Fotografías:
http://micajonde-sastre.blogspot.com/2010/09/un-recuerdo-imborrable.html

http://media.photobucket.com/image/paraguas%20para%20caramelos/miauBC/otros/3141016paraguasparacaramelos.jpg

http://www.lamparaseiluminacion.com/wp-content/uploads/2009/07/coleccion_lamparas.jpg